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Los indicadores clave de rendimiento (KPI) son herramientas fundamentales en la gestión empresarial, y en el ámbito logístico no son la excepción. Los KPI logísticos son métricas que permiten evaluar el desempeño de las operaciones relacionadas con la cadena de suministro y la distribución de productos. Son cruciales para medir la eficiencia, la precisión y la calidad del servicio logístico que una empresa proporciona a sus clientes.
El lead time, o tiempo de entrega, es el tiempo transcurrido desde que se realiza un pedido hasta que se entrega al cliente final. Este es crucial para la planificación y la gestión de inventarios, ya que afecta directamente la capacidad de cumplir con los plazos de entrega y satisfacer las demandas de los clientes.
Se calcula restando la fecha de entrega planificada de un pedido menos la fecha en que se realizó el pedido. Por ejemplo, si un pedido se realizó el 1 de enero y se entregó el 10 de enero, el lead time sería de 9 días.
El stock de seguridad es la cantidad adicional de inventario que se mantiene para cubrir la incertidumbre en la demanda o los tiempos de entrega. Este KPI ayuda a mitigar el riesgo de rotura de stock y garantiza que la empresa pueda satisfacer la demanda del cliente incluso en situaciones imprevistas.
Se calcula multiplicando el desviación estándar de la demanda por el lead time y sumándole el stock de seguridad deseado.
La rotura de stock se produce cuando un producto está temporalmente fuera de stock, lo que impide satisfacer la demanda del cliente. La rotura de stock puede tener consecuencias negativas, como la pérdida de ventas, la insatisfacción del cliente y daños en la reputación de la marca.
Se calcula multiplicando el número de unidades faltantes por el precio unitario del producto.
Cálculo en porcentaje: Se calcula dividiendo el número de unidades faltantes entre la demanda total y multiplicándolo por 100.
El punto de pedido es el nivel de inventario en el que se debe realizar un nuevo pedido para evitar la rotura de stock durante el lead time. Este determina cuándo se deben reabastecer los inventarios para mantener un nivel adecuado de stock y cumplir con los plazos de entrega.
Se calcula sumando el lead time demandado (en días) multiplicado por la demanda diaria esperada, al stock de seguridad.
El stock máximo es la cantidad máxima de inventario que una empresa puede mantener en un determinado período de tiempo. Ayuda a evitar el exceso de inventario, lo que puede resultar en costos adicionales de almacenamiento y obsolescencia de productos.
Se calcula sumando el stock de seguridad al punto de pedido.
La tasa de rotación de existencias mide la frecuencia con la que se vende y se repone el inventario durante un período de tiempo específico. Indica la eficiencia con la que una empresa administra su inventario y su capacidad para satisfacer la demanda del cliente.
Se calcula dividiendo el costo de bienes vendidos (COGS) entre el promedio de inventario durante el mismo período.
El coste del transporte sobre ventas es el porcentaje del total de ventas que se gasta en transporte de mercancías. Permite evaluar la eficiencia de los procesos de transporte y su impacto en la rentabilidad general de la empresa.
Se calcula dividiendo el costo total de transporte entre las ventas totales y multiplicándolo por 100.
Las entregas a tiempo son aquellas que se realizan dentro del plazo acordado con el cliente. Refleja la capacidad de la empresa para cumplir con los compromisos de entrega y mantener la satisfacción del cliente.
Se calcula dividiendo el número de entregas realizadas a tiempo entre el total de entregas y multiplicándolo por 100.
El coste por kilómetro es el costo asociado con transportar una unidad de carga a una distancia determinada.
Permite evaluar la eficiencia de los servicios de transporte y optimizar los costos operativos.
Se calcula dividiendo el costo total de transporte entre la distancia total recorrida en kilómetros.
En conclusión, las fórmulas de KPI logísticos son herramientas vitales para la gestión efectiva de la cadena de suministro y la logística empresarial. Permiten a las organizaciones medir y evaluar de manera objetiva el rendimiento de sus operaciones, identificar áreas de mejora y tomar decisiones informadas basadas en datos.
Al implementar y utilizar adecuadamente estos indicadores, las empresas pueden mejorar su eficiencia operativa, reducir costos, aumentar la satisfacción del cliente y mantenerse competitivas en un mercado en constante evolución. Es fundamental reconocer la importancia de la medición y el análisis en la logística moderna, y aprovechar al máximo las herramientas disponibles para optimizar el desempeño y alcanzar el éxito empresarial a largo plazo.
