En la logística la eficiencia, la precisión y la rapidez son fundamentales para el éxito (o fracaso) de una empresa. En este contexto, la filosofía y las prácticas de Deming, desarrolladas por el reconocido gurú de la calidad William Edwards Deming, han demostrado ser altamente relevantes y muy efectivas. En el post de hoy, veremos qué es el ciclo de Deming y cómo sus principios pueden aplicarse en la logística, mejorando la calidad, la productividad y la experiencia de cliente en los procesos de la cadena de suministros.
W. Edwards Deming: un breve contexto
William Edwards Deming fue un estadístico, profesor y consultor estadounidense, que desempeñó un papel esencial en la transformación de la industria japonesa después de la Segunda Guerra Mundial. Sus ideas y técnicas se centraron en la gestión de la calidad y la mejora continua.
¿Qué es el ciclo de Deming?
El Ciclo de Deming, también conocido como el «Ciclo PDCA», (planificar, hacer, verificar y actuar), es un enfoque cíclico para la mejora continua de la calidad en la gestión de procesos empresariales. Este ciclo sirve como un marco para la mejora constante en diversos sectores y se basa en la eficiencia y la calidad para conseguir objetivos.
Las fases del ciclo de Deming
Veamos con detalle qué etapas abarca el ciclo de Deming, también conocido como espiral de la mejora continua.
Planificar (Plan)
La primera etapa del ciclo PDCA de Deming es la planificación.
En esta se establecen los objetivos y metas específicas para la mejora. Se identifican los problemas, se definen los procesos y se planifican las acciones necesarias para alcanzar los objetivos.
En logística, esto significa entender las necesidades del cliente y diseñar procesos que puedan satisfacerlas de manera eficiente. La planificación debe incluir la optimización de rutas, la gestión del stock y la asignación de recursos. La aplicación de técnicas estadísticas, como el análisis de Pareto, puede ayudar a identificar los problemas más críticos que deben abordarse.
Ejecutar (Do)
La fase de «Hacer» implica la implementación de los planes anteriormente diseñados. Significa llevar a cabo las actividades según el plan establecido. Esta etapa también se relaciona con la ejecución de los cambios propuestos en un entorno controlado y monitorizado.
En logística, esto se traduce en la ejecución de los procesos de transporte, almacenamiento y distribución de manera precisa y eficiente. La capacitación y el desarrollo del personal también son esenciales para evitar problemas logísticos y asegurar que las operaciones se lleven a cabo según lo planeado.
Verificar (Check)
Una vez que se han implementado las acciones, se procede a evaluar los resultados. Esto implica la recopilación de datos y la comparación de los resultados con los objetivos y metas establecidos en la fase de planificación. Se analiza si los cambios realizados están produciendo mejoras significativas.
La verificación y la medición son fundamentales para el control de calidad en la logística. Deming enfatizaba la importancia de recopilar datos relevantes y realizar un seguimiento constante del desempeño de los procesos y los equipos. Esto puede incluir el monitoreo de los tiempos de entrega, la precisión de los pedidos, etc.
La tecnología desempeña un papel clave en este aspecto y por ello en Logístiko hemos creado un completo módulo de indicadores y Business Itelligence que te permite recopilar y analizar todos los datos de tu operativa en tiempo real.
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Actuar (Act)
La fase final del ciclo PDCA implica tomar medidas basadas en la información recopilada. Si se detectan problemas o desviaciones con respecto a los estándares de calidad, se deben tomar medidas correctivas. Esto podría incluir la revisión y ajuste de procesos, la capacitación del personal o la adopción de tecnologías avanzadas específicas para el problema detectado.
La retroalimentación como aspecto clave en el ciclo de Deming
Deming también enfatizó la importancia de la retroalimentación, tanto interna como externa. Escuchar a los empleados y a los clientes proporciona información valiosa para la mejora de los procesos logísticos. Esto significa mantener una comunicación abierta con los equipos de almacén, reparto, administración y otros, así como recopilar y analizar los comentarios de los clientes para identificar áreas de mejora.
Enfoque de calidad total en la logística
Según la Asociación Española para la Calidad, la calidad total se entiende como la aplicación de los principios de la gestión de la calidad al conjunto de actividades y personas de la organización, no sólo a la realización del producto o servicio que se entrega al cliente.
Es un enfoque que, complementando el ciclo de Deming, busca la mejora en todos los aspectos de una operación. En logística, esto se traduce en la mejora de varios procesos a lo largo de la cadena, como puede ser la puntualidad en la entrega, la integridad del producto, la reducción de errores y la satisfacción del cliente, entre otros. Deming sostenía que la calidad debe ser responsabilidad de todos en una organización, no solo de un departamento. Esto implica que cada empleado, desde el almacén hasta la dirección, comparte la responsabilidad de la calidad del servicio logístico.
Conclusiones
Lo principal para mejorar los procesos de tu empresa es conocer cuáles son los problemas o retos a los que se enfrenta. A partir de ahí, trazar una estrategia como el ciclo de Deming es una opción muy acertada para impulsar esas oportunidades de progreso.
La mejora continua es un principio central de Deming, y en la logística, esto significa nunca dejar de buscar formas de optimizar la eficiencia y la calidad. Al adoptar estos principios y fomentar una cultura de calidad en toda la organización, las empresas pueden destacar en un mercado que no para de crecer y especializarse.