El establecimiento de las Zonas de Bajas Emisiones es uno de los mayores retos de la distribución urbana de mercancías hoy y en los años venideros. Es un tema presente en todos lo foros y eventos relacionados con la logística y la movilidad ya que están cambiando muchas de las dinámicas de empresas de distribución que operan en áreas del casco urbano de las ciudades. En este post veremos todo sobre las zonas de bajas emisiones (ZBE) y cómo afectan a la distribución urbana de mercancías (DUM).
¿Qué son las Zonas de Bajas Emisiones o ZBE?
Las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) son áreas designadas con el objetivo de reducir la contaminación del aire y mejorar la calidad de la vida en las ciudades. Estas zonas se establecen para limitar o restringir el acceso de determinados vehículos que emiten altos niveles de contaminantes, como dióxido de nitrógeno y partículas en suspensión.
Esta normativa surge como iniciativa de la agenda europea de sostenibilidad y medioambiente, y en España se recoge en la Ley de Cambio Climático y Transición Energética aprobada en 2021 por el gobierno y que tiene como objetivo la descarbonización. El texto entró en vigor el 1 de enero de 2023 y afecta a todas las localidades de más de 50.000 habitantes y a todas aquellas ciudades con más de 20.000 habitantes que superen los niveles máximos de contaminación.
Las ZBE suelen aplicar medidas como la prohibición o limitación de acceso a vehículos diésel antiguos, vehículos altamente contaminantes y vehículos con emisiones por encima de ciertos límites establecidos. Estas restricciones suelen basarse en la clasificación de vehículos según sus niveles de emisiones, como la etiqueta ambiental utilizada en España, que clasifica a los vehículos en función de su eficiencia energética.
Cómo afectan las ZBE a la distribución urbana de mercancías
La DUM (distribución urbana de mercancías) es el 40% de la movilidad urbana, lo que implica que una buena parte de los vehículos que vemos a diario en nuestras calles pertenecen a empresas cuya actividad principal es el reparto. Aunque estas compañías están haciendo grandes transformaciones en sus modelos de negocio y sus infraestructuras, la realidad es que la mayoría de ellas tienen flotas de vehículos antiguos con combustibles contaminantes y esto limita sus operaciones en estas áreas.
Actualmente muchas empresas logísticas se encuentran con la dificultad de no poder acceder como antes a estas zonas que hoy son ZBE. Este reto ha llevado a la renovación de sus flotas en favor de la descarbonización, pero es un camino para el que necesitan la ayuda de otros actores de la sociedad.
Los ayuntamientos, por ejemplo, tienen un papel fundamental, ya que son los encargados de regular estas áreas a través de las ordenanzas municipales. Además de que son parte activa en la búsqueda de soluciones para que estas empresas puedan seguir operando sin dificultades.
Actores e iniciativas relevantes en la configuración de las ZBE y la DUM
Hay muchos actores que juegan un papel importante en la apuesta por ciudades más limpias y saludables, y para que las empresas de distribución puedan llevar a cabo sus operaciones de una manera sostenible. Uno de ellos, como mencionábamos anteriormente, son los ayuntamientos, desde sus direcciones de movilidad, a los que se suman organismos como la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) o la Dirección General de Tráfico (DGT).
Así mismo, encontramos organizaciones muy activas en el apoyo a las empresas en este sentido. Tal es el caso de la asociación de fabricantes y distribuidores AECOC, desde su área de Smart Distribution y Empresas por la Movilidad Sostenible, quienes abanderan el debate sobre las ZBE y la DUM en los principales foros de transporte, movilidad y logística del país.
Las propias empresas de distribución también desempeñan un papel fundamental, sobre todo en lo concerniente a la modernización de su flota de vehículos. Con la adopción de soluciones de movilidad eléctrica, compartida o de combustibles alternativos para el reparto de última milla. Así como en la adopción de tecnologías que le permitan optimizar sus operaciones para conseguir rutas más eficientes teniendo en cuenta todos estos factores.
Algunas iniciativas clave, que también suponen un reto importante, son la digitalización de las zonas de carga y descarga, la descarga nocturna y los puntos de conveniencia o taquillas, que permitirán a los conductores y repartidores optimizar los tiempos destinados a las entregas o recogidas de productos.
Conclusiones
Las ZBE son un cambio importante para la movilidad del presente y del futuro. Como medida adoptada por muchas ciudades en todo el mundo como parte de sus estrategias de lucha contra el cambio climático, estas zonas pretenden promover una movilidad más sostenible y reducir los impactos negativos del transporte en el medio ambiente y la salud. Pero como todo cambio sustancial en la vida de las personas, es una medida que se aborda desde muchos puntos de vista y que requiere tiempo para su adopción total en la sociedad.
En Logístiko queremos ser parte activa de ese cambio, ayudando a nuestros clientes a encontrar las mejores soluciones para adaptar su reparto a estas transformaciones. Por eso seguimos de cerca todas las cuestiones relacionadas y estamos atentos a las necesidades que puedan surgir.