La «milla» es una unidad de medida que se utiliza comúnmente en todo el mundo para medir distancias. Es una medida que ha sido fundamental en la historia de la navegación, la aviación, el transporte terrestre y, más recientemente, en el ámbito de la logística y el comercio electrónico. En este post nos proponemos conocer qué es una milla, su importancia en la logística y cómo está relacionada con el concepto de la «última milla» en la distribución de mercancías.
¿Qué es una milla?
La milla es una medida de longitud que equivale a 5280 pies o 1609.34 metros. En la mayoría de los países, se utiliza el sistema métrico para medir distancias. Pero la milla sigue siendo ampliamente utilizada en los Estados Unidos y en algunas partes del Reino Unido y otros lugares del mundo. Esta unidad se abrevia comúnmente como «mi» o «m» en su forma métrica.
Origen histórico de la milla
La historia de la milla se remonta a la antigua Roma, donde se utilizaba la «milla romana» como medida de distancia en las carreteras del Imperio Romano. La milla romana equivalía a aproximadamente 1,000 pasos, que es igual a unos 1480 metros. Con el tiempo, esta medida se adaptó y evolucionó en diferentes regiones, dando lugar a la milla que utilizamos en la actualidad.
¿Qué importancia tiene la milla en el sector logístico?
La milla desempeña un papel fundamental en la logística y el transporte de mercancías. La capacidad de medir distancias de manera precisa es esencial para planificar rutas de envío eficientes. También para estimar tiempos de entrega y calcular costes de transporte. A medida que aumenta la importancia del ecommerce y la logística en la economía global, la precisión en la medición de distancias se vuelve un factor más crítico.
La última milla en logística
Como hemos explorado en otras ocasiones en nuestro blog, uno de los conceptos más relevantes en la logística contemporánea es el de la “última milla”. Esta se refiere a la fase final de la cadena de suministro en la que los productos son entregados desde un centro de distribución o almacén hasta el destino final. Este puede ser tanto un domicilio como una empresa. Esta etapa es crucial y a menudo la más costosa y complicada de la entrega.
Algunos de los principales desafíos de la última milla en la actualidad incluyen:
- La lucha por la eficiencia en la entrega: Las entregas deben realizarse de manera rápida y eficiente para satisfacer las expectativas de los clientes.
- Costes elevados: La entrega en la última milla implica costes significativos relacionados con la mano de obra, el almacenamiento y los vehículos de transporte.
- Nuevas realidades urbanas: En áreas urbanas densamente pobladas, la entrega en la última milla puede ser especialmente complicada debido al tráfico y la falta de espacio para estacionar. En ese sentido, el establecimiento de las Zonas de Bajas Emisiones es uno de los mayores retos de la distribución urbana de mercancías hoy y en los años venideros.
- Sostenibilidad: La entrega en la última milla también está bajo presión para volverse más sostenible, con un enfoque creciente en vehículos eléctricos y métodos de entrega respetuosos con el medio ambiente.
Actores relevantes en esta etapa de la logística
Operadores logísticos:
Los operadores logísticos son empresas que se encargan de gestionar, planificar y controlar todos los procesos de una o varias etapas de la cadena de suministros. Entre estas etapas se encuentra precisamente la última milla, donde encontramos figuras como los Courier: empresas de paquetería o mensajería y compañías especializadas en diferentes tipos de productos: alimentación, frío, muebles y voluminosos, incluso mascotas.
Puntos de conveniencia:
Los puntos de conveniencia son aquellos espacios físicos habilitados para entregar los productos que son comprados en tiendas online. Generalmente se ubican en establecimientos de proximidad para facilitar la recogida por parte del comprador y mejorar la experiencia de cliente. Además, son de gran ayuda en la búsqueda de la sostenibilidad de las entregas.
Vehículos especializados:
Unas de los mayores retos de esta logística, sobre todo en las ciudades, es encontrar vehículos adaptados a las nuevas condiciones de movilidad o las zonas de carga y descarga. Así, existen empresas especializadas que se dedican al diseño y la producción de soluciones innovadoras para la movilidad eléctrica de personas y el transporte.
Tecnología y la última milla:
Como ya hemos comentado en artículos anteriores, la tecnología desempeña un rol clave en la resolución de los desafíos de la última milla. Las empresas, especialmente en esta etapa de la cadena, necesitan alianzas tecnológicas que les permitan crecer como negocio: optimizando rutas, automatizando la cadena logística, mejorando los procesos y el trabajo de sus equipos para hacer que las entregas sean más eficientes y rentables.
En ese sentido, desde Logístiko nos proponemos ayudar a empresas con este tipo de operativa a controlar y rentabilizar sus procesos logísticos, para que puedan ser competitivos y crecer en un mercado tan complejo. Si quieres conocer más sobre nuestro software y nuestro equipo, te invitamos a ver este vídeo:
Conclusiones
Aunque la milla es una unidad de medida usada principalmente en el mercado anglosajón, ha sido fundamental en la historia de la navegación, la aviación, el transporte terrestre y la logística en todo el mundo.
En el contexto logístico, la última milla es un concepto clave. Y a medida que las empresas buscan satisfacer las expectativas de los clientes, toma más fuerza. Mientras, la tecnología continúa avanzando, y es probable que veamos soluciones aún más innovadoras que aborden los desafíos de la última milla. Soluciones que mejoren la eficiencia y la sostenibilidad de la logística en el futuro.